La transformación de los recursos humanos

Al sector secundario pertenecen todas las actividades relacionadas con la industria. Todas las personas que trabajan en una industria, en una fábrica, están desarrollando una actividad del sector secundario.

La industria transforma las materias primas que obtenemos de la naturaleza en productos elaborados; es decir, transforma las materias primas en productos útiles para el hombre.

Hasta el siglo XIX este sector no tenía una gran importancia, predominando el sector primario. En el siglo XIX, con la invención de las máquinas y la utilización de las energías se produce la llamada Revolución Industrial.

El trabajo del hombre en la industria ha ido cambiando desde el siglo XIX hasta la actualidad. En las fábricas se suele trabajar en cadena (es decir, trabajando por fases en las que cada operario hace una parte del producto); se fabrican productos en serie (se fabrican miles de productos repetidos, para abaratar los costes); se utilizan máquinas-robot (que realizan las tareas con precisión y sustituyen a la mano de obra).

Hay industrias de muchas clases. Unas transforman las materias primas en productos semielaborados, que sirven para que otras industrias puedan fabricar el producto final. Ejemplo: los altos hornos que transforman el mineral de hierro en vigas, láminas, etc. de acero. Estas se llaman industrias de base.

Otras fabrican las máquinas y herramientas que sirven, a su vez, para fabricar otros productos; son las industrias de equipamiento.

Por último podemos hablar de las industrias de uso y consumo, que son aquellas que fabrican los productos que ya utilizamos directamente en nuestra vida diaria: ropa, juguetes, electrodomésticos, coches, etc.

Hoy en día el sector industrial tiene una importancia fundamental en la economía mundial, aunque no está desarrollado en todos los países del mismo modo.

Los elementos necesarios para la producción industrial son los siguientes: materias primas, energía, maquinaria, capital y mano de obra.

Las grandes zonas industriales se encuentran situadas en Europa occidental, Estados Unidos, Japón y Rusia.

Hay también algunos países asiáticos que van adquiriendo cada vez un mayor nivel de industrialización y desarrollo: Corea, Taiwan, China, Singapur, etc.

La industrialización se inició en España en la segunda mitad del siglo XIX, un poco después que en otros países de Europa. Fueron dos zonas las que iniciaron este proceso de industrialización: Cataluña (con la industria textil) y el País Vasco (con la siderurgia y la construcción de barcos). A lo largo del siglo XX se han ido industrializando otras zonas, entre las que destacan Madrid y Valencia.

LA ENERGIA

Ya hemos visto que para transformar las materias primas en productos elaborados se utilizan máquinas necesitan energía para su funcionamiento.

La energía la obtenemos de varias fuentes. Estas fuentes de energía pueden ser renovables o no renovables.

Las fuentes de energía renovables son las que no se agotan nunca, ya que la naturaleza las produce continuamente.

Las fuentes de energía no renovables son aquellas que se agotan, ya que existe una cantidad limitada en la Tierra y no se van renovando al mismo tiempo que se consumen.

Las fuentes de energía renovables son:

Solar: La que nos llega a través de los rayos solares.

Eólica: Producida por el viento.

Biomasa: Restos orgánicos procedentes de animales y vegetales.

Mareomotriz: La producida por la fuerza de las mareas.

Hidráulica: La energía del agua en movimiento. Es la más usada.

Geotérmica: Producida por el calor del interior de la Tierra.

Las fuentes de energía no renovables son:

Carbón: Que procede de la descomposición de residuos vegetales de hace millones de años.

Petróleo: Procedente de la descomposición de materia orgánica de hace millones de años.

Gas natural: Se produce junto al petróleo.

Nuclear: Produce electricidad a partir del uranio. Los riegos de contaminación radioactiva hacen que sea una energía muy polémica y sus instalaciones están sometidas a grandes controles de seguridad.


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